Pensarás que es imposible tener beneficios del malestar. Pues permíteme decirte que sí y descubrirlos va ayudarte a salir de tu crisis.

Todo momento de crisis o malestar provoca uno o varios síntomas que catalogamos como negativos: ansiedad, tristeza profunda, pánico, confusión mental, etc. Estos estados emocionales van asociados, a su vez, a reacciones en el cuerpo físico (lo que en Psicología se llama psicosomática). Nuestra reacción psicoemocional ante el mundo está estrechamente ligada al cuerpo biológico. Este último es un reflejo directo de nuestras emociones. Así pues, podemos dialogar con nosotros mismos a través de los síntomas de malestar físico.

Gestionar las emociones negativas

Los pasos a seguir para poder hacer un diálogo con la emoción que te perturba y te limita son los siguientes:

1- Conecta con la emoción negativa que en ese momento de tu vida te está generando el malestar. Etiquétala de forma precisa y detallada. Las emociones básicas que catalogamos como negativas son: tristeza, ira y miedo. Pero a estas se le añaden muchas más emociones que generan, a su vez, sentimientos. Distinguir los diferentes matices es importante para trabajar con la gestión emocional. No es lo mismo estar apático que triste.

2- Detecta en qué lugar de tu cuerpo se refleja esa emoción. Sabrás hacerlo si cierras los ojos y siente tu cuerpo físico como se expresa de forma sutil (en forma de cosquilleo, calor, presión, constricción, tensión, expansión, etc.).

3-  Busca cuál es el beneficio secundario de ese malestar haciéndote las siguientes preguntas:

  • ¿Qué consigo con ese malestar?
  • ¿Qué evito con ese malestar?

4- Substituye el beneficio secundario de tu emoción negativa por actitudes, creencias o sentimientos que te proporcionen lo mismo pero de forma más constructiva y sana para ti.

Te voy a dar un ejemplo con una persona que sufre de ansiedad. Si la persona se hiciera esas preguntas, quizás descubriría que la ansiedad la protege de exponerse a situaciones que en realidad no le gustan. Con la ansiedad consigue retirarse de esas situaciones sin tener que afrontar un cambio real en su vida. Y se daría cuenta que con la ansiedad evita responsabilizarse. Tomar una acción responsable hacia sí misma una vez entendiera lo que la ansiedad le aporta de positivo, sería decidir qué situaciones nuevas quiere introducir en su vida que realmente le gusten y substituirlas por las que le están dando rechazo.

Recuerda, todo en tu vida está para algo. Simplemente, en vez de creer que las emociones o tu cuerpo físico te va en contra, aprende a dialogar con estas partes de ti misma para poder liberar el malestar y fluir con tu vida de una forma más sana y satisfactoria.

Si te sientes en un momento crítico de tu vida y te es difícil autogestionarte, puedo ayudarte a través de la Psicoterapia Esencial. Soy Mercè Ortín y te acompaño en tu proceso con la aplicación del Método COM.